Este es el libro más voluminoso, también el que ha despertado más polémica, por el período de historia que abarca. Y en coincidencia con otras opiniones, el mejor logrado, de los cuatro de la serie. Como los tomos previos de la historia de Maiztegui, éste contiene un trabajo de investigación histórica formidable. Y aunque muchos discrepen con su modo de ver los hechos, no pueden negar que su trabajo se basa en una investigación pormenorizada de los hechos históricos en el Urugauy de la época que abarca. Este trabajo del autor, comienza en el primer tomo con el relato histórico de la América prehispánica y llega ahora hasta la apertura democrática de 1985, y es globalmente una síntesis bien relatada y de fácil lectura, así como también muy bien informada sobre la historia política del Uruguay.
Lincoln nos ofrece en este volumen, un libro muy bien escrito y rico en el relato detallado de los hechos históricos que se suscitaron entre 1972 y 1985, mostrándonos imágenes y anécdotas de la vida diaria, lo que nos prueba la maestría del autor al manejar el relato de los temas históricos.
Por otro lado, nos presenta un proceso histórico ordenadamente relatado, y va haciendo paradas en aquellos momentos más críticos y polémicos desde los cuales nos ofrece el punto de vista de los actores mediante relatos muchas veces hechos por los mismos protagonistas, por medio de anécdotas, cartas o documentos, algunos obtenidos seguramente de primera mano, y otros basados en otras obras que el autor hace mención; de las cuales, como lo ha hecho en obras anteriores enriquecen las opiniones, dando otras miradas interpretativas que de esos hechos.
Si nos referimos a los aportes y debates históricos sobre los temas tratados, coincido con algunos críticos que supera las ediciones anteriores, pues cita constantemente las fuentes y referencias precisas a los mismos, pero sin duda que, por la proximidad de los hechos, le habrá sido más fácil precisar dichas fuentes.
Toda la obra la recorre una táctica, y quizá como buen jugador de ajedrez tenga su jugada predilecta. Táctica que el autor también la ha usado en las anteriores: y es una insistente búsqueda de una “necesaria equidistancia” entre las partes tratando de buscar un justo equilibrio. Para algunos lo ha logrado, y para otros no. Pero se denota su esfuerzo por moderar su apreciación acerca de algunos de los temas por demás graves de nuestra historia reciente, así como de guardar siempre un punto de vista muy humano de muchos de los protagonistas y los hechos que acontecieron.
Pero Lincoln no puede ocultar sus simpatías en este libro. Porque aunque es un maestro de la narración histórica, también es un humano. Igualmente, a mi juicio, no se rebaja a ponerse de lado de uno de los bandos, y trata de conservar su punto de vista ajeno, como un observador de los hechos y como buen profesor de historia. Pues, como él bien lo ha dicho “ no es posible trazar una línea divisoria entre buenos y malos” porque ellos,( y esto lo acoto yo), también son humanos. Y sí, al fin y al cavo, los protagonistas son humanos verdaderos. Esto es historia y no ficción y en la historia los personajes no son héroes legendarios, sino hombres y mujeres destacables por sus virtudes y defectos.
Y aunque Maiztegui ya tenga las mejores estrategias esquemáticas para ganar una partida de ajedrez, sabe que es bueno variar para ganar, y en este libro no se ató a todos sus antiguos esquemas, pues los cambios que fue haciendo en sus estrategias y recursos, en mi humilde opinión, lo ha llevado a ganarla ampliamente y deberá estar satisfecho. Porque aunque algunos no estén de acuerdo con su forma de ver los hechos , tampoco podrán discutir el formidable trabajo de investigación histórica que ha realizado.
Y aunque existen muchos libros que dan una visión de estos años grises de nuestra historia, sin lugar a dudas éste nos da una diferente, y realmente de proyección histórica, buscando un punto medio, que creo lo ha logrado. Y que principalmente los jóvenes, y los que vendrán después tendrán una mirada lo más objetiva posible de los hechos, poniendo sobre la mesa los documentos y tratando de guardar el corazón. Porque con el corazón se escribe lo que sentimos y el dolor y la injusticia nos radicaliza. Este libro no es para nada radical y el punto de vista humano con que se tratan todos los temas así como el relato que parece novelado nos hace más fácil y placentera la lectura de este grueso volumen de poco más de 900 páginas.
Con el autor, la noche de la presentación en Atlántida
SOBRE EL AUTOR
Lincoln Raúl Maiztegui Casas nació en Montevideo el 11 de agosto de 1942 y estudió en el Colegio Pío, en el Liceo Zorrilla y el Sagrado Corazón (ex Seminario). Cursó la licenciatura de Historia en la Universidad de Barcelona y en la Universidad Nacional de Educación a Distancia de Madrid. Ingresó a la Docencia en 1968 y ha sido profesor de Historia en Enseñanza Secundaria en diversos liceos públicos y privados y en el instituto Normal de Mercedes. Actualmente es Profesor de Historia Contemporánea en la Universidad de Montevideo.
Ha desempeñado una larga actividad periodística en diversos medios de Uruguay y de España, país en el que residió entre 1976 y 1992; entre ellos en las revistas Historia y Vida, y Nueva Historia de Barcelona, en los periódicos el Independiente y El País de Madrid, Búsqueda y Posdata de Montevideo y en el diario El Observador. Entre 1988 y 1992 fue director de la revista española Jaque, especializada en ajedrez. Ha dictado conferencias en la Universidad Católica y en la Universidad de Montevideo. Ha publicado entre otras obras Coloniaje y revolución (1973); Mozart detrás de la máscara (1997, 2da edic. 2005 Editorial Planeta) De madera y noble (2003, colección de artículos periodísticos) Es autor de la sección Historia Americana de la Enciclopedia del Uruguay del Observador (2003) y autor de gran parte de la sección histórica de la misma. En el año 2001 recibió el premio Juan José Morosoli a la mejor labor periodística del año.